domingo, 16 de noviembre de 2014

Bertín el buen bebedor

Bertín bebió una bebida buenísima, a la que acompañó con unas bajocas. Se bañó en su bonita bañera tras el banquete y bajó al bar. Compró un bocata a precio barato y le dio un buen bocado. Se rascó la barba y se quitó la bufanda, ya que era un día bastante bochornoso. Salió del bar, y fue al bufé atravesando el bulevar.

Barruntaba sobre si ver a su bromista amigo búlgaro. Solía llevar botas y braga, y era bueno a los bolos. Era bizco, y solía estar borracho. Balbucía burradas y daba brincos. Bertín le echaba broncas y le bramaba que no bebiese tanto.

Fue al baño del bufé. Se sentó en la baza y brotó una buena boñiga. Fue al banco con un gran bienestar. El banquero le dio varios billetes y se los gastó en un bravo borrico, de color blavo. Éste daba berridos, y Bertín le compró un bozal tras buscar bastante. Le dio de beber en un balde y el burro se calló la boca. Le llevó a su balcón, y el borrico rompió varias baldosas. Bertín las blindó, se puso la bata, y durmió bastante bien en el balcón con el bravo burro, que hacía mucho bulto.