QUINTO MICRORRELATO
De repente me entra una terrible sospecha. Me levanto de la cama y bajo corriendo las escaleras. Cruzo el pasillo y entro en el cuarto de mi hermano. Como me había imaginado, Jorge está muerto, envenenado. Esto ya confirma que alguien nos había estado queriendo asesinar desde hace tiempo sin razón conocida. Tengo que salir de aquí enseguida, o si no yo seré el siguiente.